martes, 31 de marzo de 2009

* Ya no recordaba que existía esta foto...Se ve mi piecito, y mis cigarrillos sobre la mesa :)
Seguro que yo me estaba por ir a trabajar...aunque no llego a ver la hora en el reloj...*

Fumando espero
a que sean las 6
a que sea viernes
a que llegue el Club Chacabuco a casa
a que vuelva
a que venga el colectivo
a...

sábado, 28 de marzo de 2009

* Es sábado, son las 8 de la noche y estoy sola en casa. Espero a mi prima y escucho que entra por la ventana el relato del partido Argentina- Venezuela que alguien mira a mucho volúmen en la televisión. Lo único que llego a escuchar es Messi, Agüero, la toca...y ese tipo de cosas. Al parecer todos los hombres están bastante interesados en ese partido...al menos a juzgar por los nicks del MSN, o por los hombres que efectivamente se despidieron para ir a ver el partido, o incluso Pepe, español él, que se fue a la casa de un amigo para verlo allá. Cada uno... Yo, quizás, si ahora estuviera en mi habitación y no en el living, lo estaría mirando, pero como no estoy allá sino acá...siento muy lejana la idea de poder estar viendo el partido. Así que me hice un cigarro de hierbas amigables y me puse a investigar sobre el origen de los nombres de los continentes. Yo quería saber, puntualmente, el significado del nombre Europa, pero me terminé interesando por saber sobre los demás. Y todo esto a raíz de que hoy, hablando con mi madre, llegamos a que yo le contara que me gustaría que mi hija se llame Europa y que mucha gente me cree loca por ello o me dice el clásico "la vas a matar...", cuando a mí me parece un nombre hermoso. Y además, qué, una mujer se puede llamar Grecia y no Europa? Bueno, nada, y estaba leyendo sobre eso. Llamé a mi prima por teléfono y me dijo que "en un rato" salía para acá...
Constantino duerme al lado mío, acostado en la guía de teléfono y yo quiero hacerme un café y no tengo ganas de levantarme... De repente me llega una versión de que Estados Unidos quiere adueñarse del paso que va a abrirse en el Polo Norte cuando se derritan los hielos y que si Canadá no acepta van a ir a una guerra...y...en el estado en el que estoy...me pareció una locura. Lo es? Digo...nos matamos por adueñarnos de un paso? Y qué pasa con la diplomacia? Es una fantasia? Veo que se actualiza el Clarín y leo:

Una caricia de Messi hace estallar al Monumental (con link y todo, ojo...)

y me pregunto...nadie festejó el Gol? O yo estoy muy fumada? Quizás debería ir por ese café...

miércoles, 25 de marzo de 2009

¿Qué si lloré? Claro que si, y mucho, pero ya no. Me embriagué y fumé muchos más cigarrillos que de costumbre y tuve problemas para dormir. Me levantaba a las 7 de la mañana aún los domingos.

Sucedió lo que tanto temía que sucediera y dolió. Aún cuando él todavía decía no saber cuál sería su decisión yo sí lo sabía, y por eso cuando llegó la confirmación yo ya lo tenía digerido. Pero…cómo explicarlo? Yo lo apoyo. Aún cuando varios dijeron sobre él cosas poco agradables, yo lo defendí. ¿Cómo voy a odiarlo? ¿Cómo voy a enojarme con él? No podría concebirlo. Algunos insinuaron que el que no volviera significaba que no me quería; esa es una conclusión facilista. Sé que le costó tomar la decisión, sé que hubo muchas cosas que contempló y sé que me quiere. La vida no es una telenovela y si él considera que necesita más tiempo para ver si puede lograr lo que en un principio planeó, yo lo apoyo. ¿Está mal acaso? Si nosotros tenemos que estar juntos pasará en un mes o en tres meses, acá o allá, pero yo no quiero que él se quede con la sensación de que no lo intentó lo suficiente o que no agotó las posibilidades. Que lo intente hasta que lo logre o hasta que sienta que ya no le interesa seguir intentándolo o quizás hasta que se dé cuenta de que no es eso lo que quiere. Mientras tanto yo sigo mi vida como siempre, mientras tanto lo sigo amando, alentándolo, deseándole lo mejor.

Claro que quisiera poder estar con él ahora, qué clase de hipócrita sería si lo negara? Lo extraño, extraño abrazarlo, mirarlo a los ojos y mi piel extraña su piel. Pero no se murió nada ni nadie. Nada ni nadie.

jueves, 19 de marzo de 2009

* El terror que yo siento en este momento...no lo puedo explicar. Porque ya dejó de ser miedo. Es como una sombra que me sigue a donde quiera que vaya, una opresión en el pecho, ganas de llorar de repente, aún cuando segundos antes me estuviera riendo...Y si, quizás no debería tener miedo, simplemente prepararme para aceptar lo que sea...pero cómo se hace? Alguien me presta el manual?
La ansiedad me sobrepasa, no duermo, no puedo dormir. Miro la hora y me pongo mal pensando que pronto tendré que ir a trabajar. Y pensar...pensar...no poder dejar de pensar. Martirio absoluto, continuo, inevitable...Si, si, ya falta poco y sabré dónde estoy parada y hacia dónde debo caminar...si es que tengo fuerzas para hacerlo... *

miércoles, 11 de marzo de 2009


* En tres días...el cuarto de siglo...y los planes para comenzar el nuevo cuarto que están suspendidos en una nebulosa de tiempo e incertidumbre, y me siento desnuda, vulnerable, fragil...en espera...*

lunes, 9 de marzo de 2009

Estoy convencida de que la mayoría de las niñas sueñan alguna vez con ser princesas, aunque sea una única vez, después de leer un cuento o ver una película, o cuando una abuela les cuenta una historia de un reino lejano. Para cuando esas niñas tienen edad suficiente para ir solas a una librería y comprar un libro ya saben que princesas existen muy pocas y que casi ninguna niña accede a hacer realidad sus sueños de la infancia.

Yo tengo un cuarto de siglo sobre mis hombros y aún así acabo de llorar mirando una historia de reinas, princesas y príncipes azules. Porque a pesar de los años y las desilusiones y la realidad impiadosa la niña sigue viviendo en el fondo. Es la misma que nos hace cantar desafinando y bailar ridículamente sin importar que alguien nos vea, es la misma que se pone un vestido de fiesta y se mira al espejo queriendo creer que la esperan en un palacio, aunque el palacio no sea más que alguna fiesta en algún lugar completamente plebeyo de la ciudad a donde hay que llegar en colectivo. Si la niña no desaparece tampoco desaparece el sueño de princesa. Mi niña siempre estuvo muy viva y pretendo que nunca jamás me deje. La necesito para ser feliz. Pero la mujer ya no desea una tiara de diamantes y un vestido vaporoso con hilos de oro, ya no desea un palacio con enormes puertas de doble hoja y decoración barroca, y por sobre todo no pretende encontrar un príncipe azul, acartonado y perfecto; pero sí sigue deseando el final feliz. Ese es un sueño al que no se renuncia. Mi tiara pueden ser algunas flores y mi palacio puede ser una simple habitación. Los príncipes azules son aburridos, prefiero a un hombre real, con defectos y virtudes, que sepa cocinar y armar un ventilador. El reino que quiero que me ofrezca es cualquier lugar del mundo en el que estemos juntos. Y no quiero ser una princesa inútil bajo una campana de cristal, sino una que se arremangue para ir a recoger los frutos del campo todos los días, o que se ensucie las manos, o que ande descalza todo el día hasta que los pies le queden negros.

No, el sueño de princesa nunca se pierde, solo se transforma. Yo soy una princesa esperando a su príncipe para poder fundar su reino.

El Orden


viernes, 6 de marzo de 2009

Son días difíciles...

miércoles, 4 de marzo de 2009

* Ayer, en un momento, nada funcionaba en la oficina, no teníamos qué hacer, así que me dispuse a revisar mi computadora y "limpiarla" un poco. Fue así que me topé con el historial de nuestras conversaciones de MSN. Y me lo guardé y me lo llevé a casa.
Leí desde nuestra primer conversación hasta algo así como 25 días después de que empezamos a estar juntos (es que el archivo XML se abría raro en Word así que tenía que borrar un montón de símbolos que aparecían en medio de las palabras, y no decía quién decía qué, pero ni falta hacía, sé perfectamente qué palabras eran tuyas y cuáles mías)
La primera vez que hablamos me peleabas...pero a mí me gustaba, y a vos también y lo confesaste.
Sabés qué? Me enamoré de vos otra vez al leer esas conversaciones, es posible? Digo, enamorarse de nuevo de quien ya se está enamorado. Bueno, y si no es posible, yo lo hice posible.
Leía con una sonrisa en los labios, le hablaba a Tino y le decía: "Hijo mío, descubrí que amo a tu padre desde el primer día"...
Sabés qué me preguntaste esa primera vez? Como estábamos casi que discutiendo (y vos pinchabas y pinchabas, realmente parecías disfrutarlo) en un momento me preguntaste si ya te odiaba, te dije que no, que uno no odia sino a quien más ama, así que me preguntaste si yo podría amarte. Te respondí que no te conocía.
Me contaste de Panamá ese primer día...te conté que yo a veces también sentía que tenía que irme de Buenos Aires. Te acordás de la foto y el cuento? Siempre me acusaste de que no me había gustado lo que escribiste, y siempre fue mentira, pero no me querías creer; yo te decía Uvasal, porque te decía que eras efervescente.
Recién colgué leyendo más, de otros días....ufff, no puedo dejar de leer....Nada, bebé, lo único que puedo decir es que te volvería a elegir
Y te volvería a elegir
Y te volvería a elegir
Y te volvería a elegir
Y te volvería a elegir*

lunes, 2 de marzo de 2009

El cuarto de siglo

En 12 días cumplo mi primer cuarto de siglo. Inevitablemente, como sucede cada fin de año, me encuentro frente a un balance de mi vida.

Me fui de mi casa a los 21 años. Ya por ese entonces había abandonado la carrera de Psicología. Por qué? Muchas razones. Siempre había hecho todo según el manual, o al menos así me había salido. A pesar de que jamás me gustó estudiar y que ni siquiera compraba los libros de texto en la secundaria ni sabía bien cuándo había examen, nunca me llevé una materia, no me pusieron ni una amonestación y estuve varias veces en el cuadro de honor(no, no era una nerd ni estaba cerca, de hecho estaba en el grupito al que los nerds habían bautizado “el grupo selecto”. Horrible denominación, supongo que respondería a algún tipo de sentimiento de inferioridad por parte de ellos…no lo sé…quizás sólo era irónico pero fracasaron siempre en poner tono irónico al decirlo, en ese caso…). Quizás por eso lo lógico era que al egresarme empezara una carrera, siguiendo en la senda “correcta”. Y lo hice. Dude en cuanto a qué carrera elegir, muchas cosas me gustaban pero no sentía que quisiera dedicarme a ellas, obtener un título y convertirlas en mi profesión. Creo que siempre me interesé por saber cosas, pero de forma autodidacta. Será por eso que mi libro favorito es el diccionario y puedo pasar HORAS leyéndolo, sin buscar nada en particular. Es que lo apasionante del diccionario es que él mismo marca un camino, siempre distinto. Todo dependerá de en qué página lo abra y que palabras haya ahí…después todo fluye…y es un mismo libro que jamás se termina de leer por completo…Bueno, ya basta de mi amor por el diccionario. Pero bueno, la psicología siempre estuvo presente en mi vida (soy hija de un divorcio y como buena familia burguesa, madre me mandó desde los 4 años a la psicóloga), y me resultaba lo suficientemente interesante…así que allí fui. El CBC lo hice en el tiempo que correspondía, con notas bastante buenas, y después ingresé a la Universidad de Psicología, pero al final del segundo año de estar cursando la carrera me planteé si realmente quería ser psicóloga o si solo seguiría para obtener un título y que la familia esté orgullosa y continuar en esa senda que se supone que es la correcta (y nada tuvo que ver que tuviera muchas diferencias con Freud o que odiara Estadística). Entonces apareció la oportunidad de dejar el hogar familiar y comenzar mi propio camino; independiente, manteniéndome sola y librándome del conocido dicho materno “mientras vivas en esta casa las cosas son así”. Elegí dejar el nido materno, decidí volar. Me vine a Capital a vivir con mi prima en San Telmo, alejándome del Quilmes que me vio crecer pero no nacer.

Tuve un primer trabajo donde me pagaban muy mal pero de alguna manera alcanzaba para el alquiler y para vivir. Poco antes de que ese trabajo quedara atrás conocí a un muchacho y estuve con él durante 5 meses, hasta que descubrí que me engañaba y todo se terminó (bueno, hubo algunas recaídas aisladas pero es normal). Durante ese tiempo las cosas eran buenas. Me divertía viviendo con mi prima; la pasábamos bien y, sobre todo, nos conocemos muchísimo así que compartíamos nuestro particular sentido del humor y miles de códigos. Tuvimos roces? Si, claro, pero es lo normal. Hubo una época en la que solíamos ser siempre 4 en casa: ella y Ro, el muchacho y yo. Ro me caía bien, hasta hoy me cae bien.

Mi segundo trabajo fue en un call center. Una locura, pero de algo había que vivir. Me pasaba 6 hs al día recibiendo llamadas de yankees que tenían problemas con su Msn (primero) o su Xbox (después). Estuve ahí un año y medio pero ya me estaba enloqueciendo (al menos sirvió para perfeccionar mi inglés). Cuando Santi renunció ya no había manera de que tolerara esa tortura diaria, así que comencé a buscar otra cosa. Al menos el call center me dejó a mi mejor amigo, una de las personas a las que más amo en este mundo, mi “marido”.

Amor…siempre ausente en mí vida y siempre tan anhelado, tan soñado. Conocí muchachos muy bonitos y vacíos, o arrogantes, o incapaces de decir cosas interesantes, o directamente garcas; otros no tan bonitos pero de cualquier manera no muy interesantes…y yo siempre desilusionándome y quedándome sola. Todos duraban muy poco tiempo. Yo, herida y desesperanzada, convencida de que el amor no era para mí.

En el medio situaciones familiares por las que todos podemos pasar y por las que me a mí me tocó pasar…y tuve que dejar mi casa en 3 días…Lloré durante esos 3 días empacando mis cosas, sin saber qué haría, qué pasaría. Terminé viviendo un mes en el living de mi madre pero luego pude volver a mi casa de siempre. Comencé a trabajar en una tienda de ropa…pero solo duró dos semanas porque fue entonces cuando me llamaron de mi actual trabajo, y menos mal que eso pasó porque los “consumidores ABC1” no me cayeron bien. No dudé en renunciar.

En mi actual trabajo también está Santi, así que podría decirse que ya es difícil imaginar el trabajar en un lugar donde no esté él. Viví un tiempo con mi hermana mayor, pero no funcionó. Supongo que somos demasiado diferentes. Buscando y preguntando aquí y allá llegó a casa un marplatense recién llegado a la gran ciudad.

Así que soy una mujer de casi 25 años que ha abandonado la Universidad y vive en San Telmo, en un edificio de techos muy altos. Trabajo en una empresa en el sector de Internet y hago horario de oficina. Me gusta escribir y sacar fotos; me gusta leer pero paso por una etapa en la que no lo hago mucho. Tengo heridas que acumulé durante años e imágenes que jamás se van a ir de mi cabeza, como la de mi madre…ese día…que recordaré siempre, aunque no quiera… Tengo un gato llamado Constantino que llegó a mi vida el 7 de noviembre y conocí a mi amor el 18 de octubre. Debería recomenzar terapia pero creo que dejé de creer en ella. Por estos días me estoy despidiendo del marplatense y le doy la bienvenida al español que vivirá conmigo. Y vivo con la incertidumbre de no saber si volveré a ver a mi amor, que está en Panamá. Porque finalmente encontré un amor, alguien con quien quiero tener una vida…pero no todo es un cuento de hadas. A mí me tocó conocerlo con otros planes en su vida pero porque lo quiero como lo quiero y como nunca a nadie quise, espero a que tome su decisión, y sea la que sea será respetada. Él ya sabe todo lo que tiene que saber. Así que mi futuro depende un poco de él, de saber si quiere tener planes conmigo o si va a elegir soltar mi mano. Si la suelta…ya veré…Pero puedo tener un feliz cumpleaños o uno muy triste.

A veces siento que viví más de 25 años, a veces siento que solo soy una máquina de repeticiones, a veces me siento única y diferente (no siempre de la mejor manera), a veces siento que quiero volver a tener 17 y a veces siento que quiero volver a tener 5 y dormirme en la panza de mi Oma…quizás todo es como el diccionario: depende de en qué página se abre y que palabra se elige leer…y después el camino se va dando solo.