sábado, 29 de marzo de 2008

Un sueño

Tuve un sueño muy extraño. Recuerdo fragmentos y algunas cosas no están muy claras en mi memoria...
Ya el escenario es raro, pero es una de las cosas que recuerdo con más seguridad. El escenario, mi ropa, ciertas caras...
Yo tenía puesto un vestido escarlata, de satén. Era largo y...vieron que de los sueños uno quizás no recuerda nada concreto pero sí sensaciones? Yo me acuerdo de cómo me acariciaba el vestido; cómo me acariciaba las piernas...y estaba descalza...Bueno, la cuestión es que estaba caminando por el pasillo del hotel Faena. En un momento me detenía y me miraba en un espejo ovalado. No me acuerdo si ese espejo efectivamente está ahí, pero estaba en mi sueño. En el espejo me ví la piel muy blanca, el pelo muy negro y los labios muy rojos. En un costado, una flor roja apenas recogía mi cabello. Después de mirarme, seguí caminando. Lucía como para ir a una fiesta. Una gala.
Caminé un poco más y abrí una puerta. Entré a El Living y ví a varios hombres. Todos estaban de traje o muy elegantes. Algunos tenían copas en la mano, otros fumaban. Nadie me miró cuando entré. Me paré en el centro del salón y empecé a mirar a mi alrededor. Y recuerdo perfectamente algunas caras. Ví a Ramiro, a Daniel, a Leandro Camino, a Leandro Serantes, a Eulogio, a Tomi, a Simon, a Ale, a Julián, a Germán Romanowskij, a Pedro, a Matt, a Emmanuel, a Leandro M. (de algunos me acordé con el correr de las horas)
Cuando empecé a ver las caras, me sentí confundida. Como que no entendía por qué estaban todos ahí. Todos esos hombres son hombres con los que tuve algo u hombres que me encantaron (o me encantan) pero con quienes JAMÁS pasó absolutamente nada. Como Germán Romanowskij, de quien estaba perdidamente enamorada cuando tenía 15 años y con quien no tuve nunca ni la más mínima chance; o Pedro, que trabaja en mi empresa pero con quien sólo hablo por messenger, a quien ni puedo mirar porque hace meses me dejó en claro que no pierda mi tiempo en él; o Matt, el canadiense también de la empresa...bueh, Matt no sé ni si sabe mi nombre...y no nos conocemos las voces...Pero había otros, como Daniel, mi primer beso, alguien a quien aún hoy, 7 años después, no termino de sacar de mi vida; o Ramiro, mi único "novio", de sólo 5 meses, quien me re cagó...No entendía qué clase de reunión perversa era esa...Me acerqué a Ramiro después de marearme mirando a todos; le dije "Ramiro", pero no contestó. Puse mi cara enfrente de la suya, me acerqué mucho, volví a hablarle, pero nada. Era como si no me viera.Lo peor es que intenté tocarlo pero no pude; trataba de tocarle el hombro pero era como si tocara el aire. Lo miré a Ramiro y me miré la mano...no entendía. Ramiro estaba solo, apoyado en la barra, fumando...no me veía. Me dí vuelta y miré a Daniel. Casi corrí hasta donde él estaba, hablando con Ale (¿¿¿Daniel hablando con Ale???) pero pasó lo mismo que con Ramiro. Giré hacia Ale, quien no había dejado de hablar con Daniel en ningún momento, pero tampoco me escuchaba, tampoco me veía. Comencé a desesperarme. Fui hasta Simon, que estaba con Matt; intenté con Leandro...No me veían, o actuaban como si no me vieran, como si no me escucharan. No sabía qué estaba pasando. A lo lejos ví a Eulogio, sentado al lado de la pileta; salí corriendo y casi gritando su nombre. Llegué a su lado, le hablé, traté de tocarlo...pero él no sacaba la mirada del agua. Volví a entrar y hasta osé acercarme a Pedro, a quien jamás le hablo, pero fue lo mismo que con los otros. Ví a Julián sentado al piano y fui a sentarme junto a él, en el banco. A él no intenté hablarle, sólo lo miré.
Salí corriendo al pasillo y volví al espejo. Y me ví, con el pelo negro, los labios rojos...me miré y pensé que si veía mi reflejo era porque sí estaba ahí. Supuse que era todo una broma cruel y volví al living. Me paré en el centro y les grité. No recuerdo con exactitud mis palabras pero dije algo como "basta, paren con esto, por qué lo hacen?". Gritaba y ellos ni se inmutaban. Comencé a llorar, con congoja (eso fue lo primero que recordé cuando me desperté). Me senté en el suelo y lloré, mientras ellos seguían con su tertulia. Yo era invisible.


Sé que rearmé el sueño, sé que llené baches, pero Freud decía que lo importante es el relato del sueño y por algo lo habré relatado así...

viernes, 28 de marzo de 2008

Estación: Tribunales

Hoy a la mañana, al llegar a Tribunales con el subte, lo ví subir. Me gustó su camisa blanca con líneas rosas y su sweater también rosa. Se quedó parado, cerca de la puerta pero de frente a mí. Yo soy muy tonta cuando alguien me gusta...es decir...me da vergüenza mirarlo. No puedo. Lo miro cuando él mira para otro lado y, en cuanto sus ojos recaen en mí, trato de mirar para otro lado, como quien no quiere la cosa, o como quien sólo lo estaba mirando de casualidad.
Cuando un asiento se desocupó, él se sentó. Enfrente mío, pero dos asientos más a la derecha.
Simplemente me dedico a mirarlo cuando no me ve...otra cosa no hago, obviamente.
Bostezamos al mismo tiempo, creo que esa es toda nuestra conexión...

jueves, 27 de marzo de 2008

En el subte

Yo siempre solía "enamorarme" en el subte. Casi todos los días veía a alguno que me llamaba la atención y a quien miraba todo el viaje. Pero hacía mucho que no pasaba, semanas o meses, no estoy segura...hasta hoy.
Se subió en Tribunales y se sentó justito enfrente mío.
Describirlo sería en vano porque, de cualquier manera se imaginarían algo diferente a la realidad. Basta con decir que venía un poco dormida y me desperté de repente

miércoles, 26 de marzo de 2008

Galería de Personajes

Yo tengo los seres más freaks en mi galería, como Eulogio, que no tenía deseos sexuales, o Simon, el francés playboy, o Pablo, que tenía problemas sexuales y tenía que tomar una pastilla antes o no podía (no era Viagra, por las dudas) pero si tomaba la pastilla se empezaba a sentir mal y tampoco podía..., o el modelito, o el promotor con aspiraciones de modelo que quería que lo viera desfilar en la tele y si no tenía cable, que me fuera a conectar y lo viera por Internet, o el que, cuando salía conmigo, era el chico que tenía los carteles en Caiga Quien Caiga...bueh...tengo personajes de sobra. La mayoría, gente de la que hay que huir. Pasa que cuando no hay opciones, se agarra lo que hay, lo que aparece....
A mi me aparecieron...bueno, ya les contaré

martes, 25 de marzo de 2008

Consecuencia de los feriados...

1852 mails en la casilla a las 9 am...apenas tiempo de respirar, mirá....

domingo, 23 de marzo de 2008

Yo soy yo....Y yo

había una vez
una nena tierna y alegre
que vivía adentro
de una mujer triste y sola

Hay dos Ruth: la mujer que sufre y la nena alegre.
Nunca se sabe cuál de las dos va a manifestarse. A veces se alternan rápidamente, a veces se confunden.
La mujer que sufre es gris, la nena desborda de colores.
La primera no entiende por qué su vida es así. El enigma que le quita el sueño es por qué el amor le es esquivo. No sabe qué es lo que está mal en ella para que los hombres la ignoren y jamás ninguno la haya querido (sólo a fines de evitar el psicoanálisis no hablaremos de que su padre fue el primero en ignorarla). Sabe que algo no está bien porque no es normal que se sienta invisible.
Sufre por sentirse vacía, porque sus deseos nunca se cumplen, porque su rutina la agobia y entristece. Porque se siente marchitar en plena primavera. Sufre porque hay días en que se da cuenta de que no ha pronunciado ni una palabra, sufre porque todos los días son una eterna repetición.
La nena alegre es su opuesto.
Es un arcoiris. Es brillo y colores.
La nena ama estar descalza y jamás se sienta derecha como una señorita; siempre está despatarrada, con las piernas para cualquier lado. La nena canta y baila cuando se le ocurre. Habla fuerte y se ríe.
La nena se maravilla todo el tiempo y es capáz de llegar tarde a algún lado porque se quedó en la calle viendo cómo una paloma trataba de abrir un caramelo. Y en ese caso no le importa llegar tarde (la mujer es la hiper puntual) porque...era una paloma tratando de abrir un caramelo...
La mujer llora frente al espejo; la nena brilla frente al espejo.
La mujer se ve fea y despreciada, pero a la nena le gusta pintarse los labios de rojo o de fucsia.
La mujer está convencida de que jamás nadie se enamorará de ella; la nena se siente única y maravillosa, porque los niños son maravillosos.
Mi nena necesita enseñarle muchas cosas a la mujer, pero no sabe cómo se hace. Y la mujer tiene que enseñarle a la nena que los cuentos de hada son cuentos y que no existe el príncipe azul.
Amo a mi nena y no quiero que me deje jamás, pero quiero que la mujer comience a ser feliz.

Desde el muelle

¿Cómo se detienen los pensamientos? ¿Cómo hago para parar?
¿Qué es un deseo? ¿Y qué es una necesidad?
Ya no sé si deseo o si necesito. No sé la diferencia, no sé cuál es el límite; cuándo deja de ser una cosa y comienza a ser la otra.
Me aconsejan que deje de pensar en mi deseo (o necesidad) porque mientras menos piense en él, más factible es que suceda...
¿Qué lógica es esa? Pero, sobre todo, ¿cuál es la fórmula para dejar de pensar en aquello que más se anhela?
Es fácil decirlo, claro. La gente se llena la boca de palabras porque no hay nada más fácil (yo también lo hago)
Es como si alguien, parado en un muelle, viera a una persona que se está ahogando y le gritara "Nadá, nadá, tenés que llegar a la orilla, nadá. No dejes de mover las piernas!! Mantenete a flote!!!"
Si, es sencillo gritarlo desde el muelle pero...y si esa persona que se está ahogando ya estuvo horas intentando salvarse al punto de haberse quedado sin fuerzas? al punto de sentir tanto dolor en los músculos que ya le es imposible moverlos?
El punto es que es fácil gritar desde el muelle.
Y es fácil decirle a alguien que deje de pensar en lo que más desea, en lo que siempre deseó. Es fácil decirle que deje de buscar, que va a aparecer cuando menos se lo espere. Que deje de estar esperando, que ya va a llegar.
Que ya va a llegar...
Ya va a llegar...

Estoy cansada de que me griten desde el muelle....

miércoles, 19 de marzo de 2008

Daniel


Conocí a Daniel cuando tenía 16 años.
Yo asistía, como lo había hecho los 11 años anteriores, al colegio alemán de Quilmes, o Instituto Eduardo Ladislao Holmberg. Mi uniforme esra una pollera gris, con dos tablitas, camisa blanca, medias verdes 3/4, corbata y sweater verdes y zapatos marrones (los últimos años que asistí al colegio habíamos luchado por una reforma y habíamos logrado que nos dejaran usar remera blanca lisa, en el verano). El uniforme de gimnasia era...complicado: pantalón verde, no muy oscuro, con una fina línea amarilla a los costados y chombra amarilo anaranjado muy fuerte, con dos franjas gruesas y horizontales, color verde oscuro, y el escudo del lado del corazón.
Por esos días de 4to. año (2do. del Polimodal, en provincia) conocí a Daniel. Cruzándomelo azarosamente por las calles de Quilmes.
Yo estaba fascinada e intrigada, pero también desesperanzada (si me hubieran visto a los 16 años y conocieran a Daniel, entenderían)
Por cosas de las vida, Daniel se convirtió en el primer hombre que me besó. Y dio la casualidad de que vivía en la esquina de mi casa.
Hace mucho que no le pregunto nada de su vida pero al menos por aquel entonces era un hombre de 33 años, psicólogo con consultorio propio y que también trabajaba en el hospital público. Presidente de la Asociación Argentina de Cetrería (la cetrería es la cría y adiestramiento de aves rapaces para la caza)
Me acuerdo que los fines de semana yo lo veía salir con su cabello rubio y su cuerpo atlético, con un halcón majestuosamente erguido en su antebrazo (tenía 2 en su casa y no saben los...gritos, digamos, que hacían esos bichos...); se subía a su auto y se iba al campo.
Durante la semana vestía camisas y en su mano siempre una agenda.
Y yo lo veía como un Adonis.
Y me enamoré terriblemente.
Terriblemente.
Dos años estuve con él.
Jamás fui su novia ni nada parecido. Nos encontrábamos en su casa o en su consultorio, y nos cruzábamos en cualquier lado (pueblo chico...). Donde aparecía con el auto, me iba con él.
En esos dos años, estuvo de novio. Alguna vez supe el nombre de la mujer esta...ya no me acuerdo.
¿La novia nos distanció?
Ni por casualidad.
En algún momento la novia desapareció. Y porque el pueblo era chico (el mundo es chico), dio la casualidad de que esta mujer era conocida de la hermana de una amiga mía (complicado? A ver: Juanita y yo= amigas; Juanita tiene una hermana, Pepita. Una amiga de Pepita era amiga de esta mujer) Y así me enteré que esta mujer había dejado a Daniel porque se enteró de que la cagaba con una pendeja.
Ups.
Después de dos años, Daniel encontró chiche nuevo: Priscila.
Un año más joven que yo. Y Priscila era rubia, divina y perra. Yo pasé al olvido; Daniel dejó hasta de saludarme (solía saludarme besándome en la boca, sin importar delante de quién, aún cuando estaba de novio). De repente, ni "hola".
Ahí sufrí como una condenada. El tiempo pasaba y yo parecía cada día más enamorada de él. Pasaron otros dos años en que no lo superé y en que la distancia entre nosotros permanecía intacta. En todo ese tiempo yo apenas había dado un beso a Nicolás Gabastón, un año nuevo (convengamos en que tampoco tenía éxito con los hombres)
Y entonces, dos años después, me lo tatué en el cuello: D- AMOR- VENENO.
Por aquellos días él me había vuelto a saludar, pero siempre frío, seco. Una tarde me preguntó qué significaba el tatuaje (son ideogramas japoneses), y le mentí.
Es curioso pero, cuando me hice el tatuaje, en esa época, me dí cuenta de que ya no estaba enamorada. Cuando me dí cuenta de eso, cuando entendí que Daniel ya no me interesaba...Daniel volvió.
Él seguía con Priscila, muy de novio, y volvió.
Y yo volví.
Pero creo que volví porque veía a Priscila tan arrogante, tan dueña del mundo, tan linda...y me había mirado tan mal tantas veces... Creo que quise probarme a mí misma que no importaba qué tan linda o despampanante fuera ella: yo podía tener a su novio si quería (sí, se llama "inseguridad"). Y lo tuve. Siempre que quise, desde entonces.
Le corté el teléfono muchas veces, no contesté a sus mensajes en infinidad de ocasiones y, sin embargo...siempre está.
Pero Daniel no me interesa. Su importancia es histórica. Porque, si bien no me va ni me viene qué hace o deja de hacer, admito que cuando pasan cosas como que yo esté caminando por la avenida Santa Fe y vea en un puesto de diarios que está en la tapa de El Federal, siento un hormigueo en el cuerpo.
¿Me arrepiento de mi tatuaje?
Para nada.
Irónicamente creo que el tatuaje me liberó: me escribí en el cuerpo que una vez hubo un hombre que me hizo sentir las mariposas en el estómago y por quien lloré y sufrí mucho. Cuando terminé de escribir, cerré el libro.

No todo lo que sientes tuyo, lo es

De cuando en cuando recuerdo que tengo un libro que Daniel me prestó hace más de un año y nunca le devolví. Es del Marqués de Sade.
Yo ya creo que ese libro es mío.
Me pasó algo así con el DVD, pero fue un caso más mucho más dramático.
Fue así:
Todo comenzó cuando yo estaba de novia con Ramiro (fueron sólo 5 meses y algunos sostienen que no fue mi novio. Como Julio, que dice que para Ramiro fui una "minita". Ya se tocará ese tema)
Bueno, digamos "cuando yo estaba con Ramiro", que es más ambiguo.
"Cuando yo estaba con Ramiro" pasábamos mucho tiempo juntos. Él dormía conmigo 4 o 5 veces por semana. Dos meses después de estar juntos...o de estar, a secas, él se compró un DVD. El mismo día que lo compró, lo trajo a casa. Lo estrenamos con dos películas: "La Era de Hielo 2" (me acuerdo porque yo la elegí) y otra de terror, de la cual no recuerdo el nombre porque la eligió él.
Desde ese día, el DVD lo tuve yo. Un día que salimos cuando yo me iba a trabajar, él se llevó el DVD porque no habíamos terminado de ver una película. Cuando él se fue a trabajar, me mandó un mensaje para decirme que pase a buscar el DVD por su casa y me lo llevara. Y volvió para quedarse meses y meses.
Un día llegó el final con Ramiro y yo le reclamé mi llave y que se llevara sus cosas. Algunas semanas después del distanciamiento, logré que viniera a llevarse sus cosas. Acompañando a ropa, zapatillas, cd's, cepillo de dientes...se fue el DVD. Fue duro, pero lo acepté.
Semanas más tarde, con un tiempo de acostumbramiento a la retornada sensación de soledad, nos mandamos mensajes con Ramiro. Dejamos en claro que había buena onda entre nosotros y podíamos juntarnos a tomar un café. El día que me escribió para venir, íbamos a ir a comer pero él cambió de idea y me dijo que mejor traía el DVD y alquilábamos unas películas.
El DVD volvió pero no pasó nada con Ramiro (y eso que se quedó a dormir. Y "nada" significa ni un piquito). Ramiro volvió a irse pero el DVD se quedó.
Durante los meses siguientes, Ramiro venía de vez en cuando y mirábamos películas. Y, entonces, lo temido: Ramiro escribió diciendo que había comprado un televisor nuevo y pasaría a buscar el DVD...
Y yo ya lo sentía mío. Lo tuve casi un año, no quería que se lo llevara. Me regalaba cine, música, fotos...
Mis amigos me decían que no se lo devolviera; que dijera que me lo habían robado o se había roto...pero yo no soy así.
Pero sí lo sentía mío.
Él hasta me había dicho, bromeando: "Mirá qué bien me porté, te hice un regalo de $400 mangos."
Pero llegó el día y se lo llevó.
Fue un día feo.

martes, 18 de marzo de 2008

Who's that girl?

Esto de que no me reconozcan en el documento puede tornarse problemático...
Es que mi DNI tiene una foto que me saqué cuando tenía 16 años y digamos que yo cambié...un poquito en estos 8 años.
Y cuando tengo que presentar el documento en algún lado, la escena se repite: mirada al documento, mirada a mí, mirada al documento, mirada a mí, mirada al documento, mirada a mí...
Cuando fui a cobrar la liquidación de uno de mis trabajos, le dí al cajero del banco el cheque y el documento. Tuvo lugar la escena que acabo de describir pero fue más allá: me preguntó si tenía cédula. Le contesté que no. Volvió a mirar el DNI, volvió a mirarme a mí y me dijo: "Disculpame, es que no parecés vos". Y le fui completamente sincera: le dije que sabía que lucía distinta y que me daba vergüenza esa foto, pero que era yo...
Alguna vez pensé en decir que me habían robado el documento y hacer un duplicado. Pero jamás pasó de ser una idea.
Hoy fui al supermercado y la cajera me miró, con mi documento y mi tarjeta en la mano: "No parecés vos, qué cambiada!". Y le dije que si, que estaba diferente y solía pasar siempre lo mismo, cuando mostraba mi identificación...
Estoy acostumbrada, claro, pero hoy pensé: "mirá si un día REALMENTE vas al banco y no te dejan cobrar un cheque!!???"
No creo...Deben existir muchas otras personas con el mismo caso...o no?
Ya me imagino, defendiéndome:
"Si, soy yo, en serio. Tenía 15 kilos más, ni una gota de maquillaje, un corte horrible y eran las 8 de la mañana...Y fue ocho años atrás!!! Pero soy yo...Si fuera realmente otra persona, jamás en mi sano juicio presentaría esa foto y diría que soy yo!!!"
Y me van a mirar y me van a decir:
"Si, pobre piba, la verdad, tener que andar mostrando esa foto..."

Nueva Entrada

Prendo un cigarrillo
Quedan tres
Visto un culotte y una remera rota
No hay chances de que salga a comprar un atado si se llegan a terminar
El bebé de al lado llora
Es su hora de llanto
No me molesta
Nunca me molestó
Raspo el esmalte rojo de mis uñas
Me deslizo desde la cama hasta el piso
Como una serpiente
Me gusta estar acostada en el piso
Cambio de canal con el dedo gordo del pie
Tomo mi cuaderno
Y una birome
Y escribo

Envasado al vacío

Creo que no quise hacerme cargo del mensaje que le mandé a Daniel porque, ni bien lo hice, apagué el celular. Ya sé que es tonto porque, si él me escribía o me llamaba, yo eventualmente me enteraría, salvo que nunca más encendiera el celular.
Pero lo apagué.
Ahora quiero preguntarles algo:
si un muchacho X con quien apenas he hablado un par de veces de tonterías, me dice el día de mi cumpleaños que vaya que va a tal y tal lugar, que vaya y me dará mi regalo, que es una sorpresa y que es cremoso y dulce, a qué se refiere? de qué habla?
Lo debatí con Angie y con Grilli pero no llegamos a ninguna conclusión.
Le pregunté si era helado y dijo que no.
Nuestras mentes fueron por caminos de connotación sexual, pero lo que se nos ocurría no era dulce...
No sé, la cuestión es que no fui. El muchacho es precioso, modelo, él. Pero, para qué iba a ir?
Me cansé de los envases.
No voy a negar que me gustan los tipos lindos o atractivos. Sería hipócrita de mi parte.
Pero ya tengo una lista de hombres bonitos que no me reportaron más que su apariencia.
No es lo que busco.
Daniel?
Otro envase, pero con algunos condimentos.
Lástima que esos condimentos no llegan a cambiar el sabor general.

Toooorpe

Si, se me cayó la botellita de 6oo ml de Coca Light sobre el teclado. Y salió con toooodo su gas para cubrir mi teclado.
Y Maxi dijo que mi teclado ya no tenía chances de funcionar. Y Grilli lo secundó.
Maxí le dijo a Grilli enseguidita que desconectara el teclado de la torre, cosa que ella hizo. Una vez que todo estuvo limpio, tuve que volver a conectarlo. Tarea nada fácil ya que todos los pinchitos del cable estaban torcidos y tuve que acomodarlos pacientemente hasta que encajaron en el puerto correspondiente. Y mientras estaba tirada en el piso, dedicada a esa faena, le pedí ayuda a chico Ariel y me ignoró, le pedí ayuda a chico Maxi, y me ignoró, le pedí ayuda a chica Angie y me ignoró. Pero saben qué?
PUDE SOOOLA
Y MI TECLADO FUNCIONA MARAVILLOSAMENTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Quién ganará? Yo o yo?

Odio que me lleguen sobres de los bancos. Sobre todo cuando se trata de un banco que dejé de usar hace más de 6 meses. Debería ser como la época en la que Hotmail, si no registraba actividad durante 30 días, cerraba la cuenta(no sé si sigue siendo así, la verdad)
Claro que el banco se perdería esos intereses pedorros que te cobran de $0,30 pero que sumados deben dejarles una fortuna, porque hay boludas como yo que dejan que pase el tiempo y nunca van a Standard Bank a hacer el maldito trámite para finiquitar la cuenta...
Bueno, cuestión es que mi roommate me entregó el sobre cuando yo acababa de ponerme la tintura en el pelo. Si, el viernes me teñí de "Castaño Seductor" (tal su nombre) y me quedó....queda mal que diga "caca"? Bueno, porque no me quedó bien y la razón es que yo me tiño de negro desde tiempos inmemoriales así que poner un color más claro sobre uno más oscuro...Básicamente el color me quedó en las raíces y apenas aclaró el resto. Así que anoche volví a mi morochéz. Y es tonto, pero me siento más yo con el pelo negro.
Anoche pensaba en un pequeño triunfo que creo haber logrado: no más Julián.
Mandé el último mensaje para despedirme y ni a eso contestó. Y, conociéndome, creí que insistiría, que me arrastraría de nuevo, como cuando, cual serpiente, me deslizo desde la cama hasta el piso y ahí me quedo.
Pero no.
Ya pasaron varios días.
Y sigo aguantando.
Hasta cuándo?
Espero que hasta siempre pero conmigo nunca se sabe

lunes, 17 de marzo de 2008

El ser humano puede tropezar 7 años con la misma piedra

Daniel, el muerto recusitado, me escribió.
Si, yo volvía feliz del cajero automático, me había comprado la revista Para Ti Colecciones (me gustan mucho las fotos y la ropa) y me había hecho un café. Al llegar a mi escritorio, ví mi celular con un mensaje nuevo.
"Mi amor, nos vemos mañana? Voy cuando termino en el consultorio"
Y qué contesté?
"Está bien"
Seco, pero conciso.
Antes de contestar, por supuesto que me puse a pensar...
Y pensé, y pensé.
La verdad es que no quiero ver a Daniel. Porque verlo no me representa nada. Pero tengo ganas de besar a alguien. Es eso un pecado?
La sequía está jodida.
Y es como dice Julio, quizás, sería mejor comprarme un peluche. Pero si beso a un peluche, me lleno de pelusas y, además, el peluche no me besaría a mí, ni me abrazaría, ni nada. Julio dice que al menos el peluche no me va a mentir...Pobre Julio...Daniel tampoco me puede mentir. Lo conozco hace 7 años. Él me vio hacerme mujer y yo lo ví convertirse en un hombre maduro. Para mí Daniel es transparente. Al punto que sabe que no tiene sentido que se gaste en mentir.
Pasa que Julio me subestima demasiado, soy muy poquita cosa para Julio. Explíquenme sus palabras, si no es así:
"lo del peluche es verdad, al menos no te va a mentir. pero...si abrazas y besas y bla bla a X persona. vos lo haces como una necesidad casi basica. pero para casi todos los demas es apenas una anecdota, una necesidad equivalente a una porcion de pizza "


Y si, yo soy la boludita que necesita cariño, aunque lo que yo necesito para otros sea equivalente a algo tan...intrascendente como comerse una porción de pizza
...

Es pecado necesitar un beso?

Culpable

Los muertos que vos matáis gozan de buena salud

Yo soy así: cuando pasa un tiempo largo sin que nadie me haga ni una caricia, recusito a un muerto. La cuestión es que ya me había quedado sin muertos para resucitar (hace bastante se me terminaron) entonces no sabía cuál sería mi "plan B"
Y ahí apareció, en mi cabecita, la peor idea: recusitar a mi muerto más antiguo.
El de mi tatuaje.
El de mi primer beso.
Mi primer amor.
Mi primer casi todo.
Yo me había escondido de él hace ya unos cuantos meses.
Cambié el número de teléfono y me quedé en silencio.
Pero...la situación me hizo caer...
Y le escribí.
Le pregunté si se acordaba de mí. Me contestó: "Si, mi amor! Te extrañé!"
Y me dijo que quería verme...y ahora me arrepiento...No quiero verlo...

Por algo la gente se muere, y por algo, en las películas, cuando el científico revive a alguno, algo sale mal....
Creo que debo matarlo de nuevo...

Febo asoma

Ahora que cambiaron la hora de nuevo, no es taaaan así, pero hasta el domingo, cuando iba caminando por Chacabuco a eso de las 8:10 u 8:15 hs. y doblaba en la calle Chile, el sol estaba en su esplendor absoluto. Se podía fácilmente recortar el círculo que formaba en el cielo y teñía todo de amarillo. Era tal la belleza que yo siempre miraba directamente al astro y cuando volvía a doblar, en la calle Perú, me quedaba un buen rato viendo manchitas verdes en mi pupila...pero valía la pena...sin dudar.

domingo, 16 de marzo de 2008

Dejen de marear con la hora!!

Hoy sonó la alarma del despertador. Muerta de sueño, volví a ponerla para dormir otros 15 minutos. Cuando volvió a sonar, prendí en televisor para no volver a quedarme dormida. Y me llamó la atención que en Canal 9 estuvieran pasando videos, cosa que sucede sólo durante la madrugada y hasta que vuelve a comenzar la programación habitual. Miré entonces la hora en la pantalla...eran las 6:58 hs, no las 7:58..."Claro", pensé, "es 16 de marzo, hay que volver a atrasar el reloj". Y si bien la confusión me resultó molesta (no se le puede andar cambiando la hora a la gente sin ton ni son, joder), me alegré porque tenía una hora más para dormir. Así que apagué la tele, reprogramé la alarma y a soñar un rato más....