lunes, 17 de marzo de 2008

Los muertos que vos matáis gozan de buena salud

Yo soy así: cuando pasa un tiempo largo sin que nadie me haga ni una caricia, recusito a un muerto. La cuestión es que ya me había quedado sin muertos para resucitar (hace bastante se me terminaron) entonces no sabía cuál sería mi "plan B"
Y ahí apareció, en mi cabecita, la peor idea: recusitar a mi muerto más antiguo.
El de mi tatuaje.
El de mi primer beso.
Mi primer amor.
Mi primer casi todo.
Yo me había escondido de él hace ya unos cuantos meses.
Cambié el número de teléfono y me quedé en silencio.
Pero...la situación me hizo caer...
Y le escribí.
Le pregunté si se acordaba de mí. Me contestó: "Si, mi amor! Te extrañé!"
Y me dijo que quería verme...y ahora me arrepiento...No quiero verlo...

Por algo la gente se muere, y por algo, en las películas, cuando el científico revive a alguno, algo sale mal....
Creo que debo matarlo de nuevo...

No hay comentarios: