miércoles, 4 de marzo de 2009

* Ayer, en un momento, nada funcionaba en la oficina, no teníamos qué hacer, así que me dispuse a revisar mi computadora y "limpiarla" un poco. Fue así que me topé con el historial de nuestras conversaciones de MSN. Y me lo guardé y me lo llevé a casa.
Leí desde nuestra primer conversación hasta algo así como 25 días después de que empezamos a estar juntos (es que el archivo XML se abría raro en Word así que tenía que borrar un montón de símbolos que aparecían en medio de las palabras, y no decía quién decía qué, pero ni falta hacía, sé perfectamente qué palabras eran tuyas y cuáles mías)
La primera vez que hablamos me peleabas...pero a mí me gustaba, y a vos también y lo confesaste.
Sabés qué? Me enamoré de vos otra vez al leer esas conversaciones, es posible? Digo, enamorarse de nuevo de quien ya se está enamorado. Bueno, y si no es posible, yo lo hice posible.
Leía con una sonrisa en los labios, le hablaba a Tino y le decía: "Hijo mío, descubrí que amo a tu padre desde el primer día"...
Sabés qué me preguntaste esa primera vez? Como estábamos casi que discutiendo (y vos pinchabas y pinchabas, realmente parecías disfrutarlo) en un momento me preguntaste si ya te odiaba, te dije que no, que uno no odia sino a quien más ama, así que me preguntaste si yo podría amarte. Te respondí que no te conocía.
Me contaste de Panamá ese primer día...te conté que yo a veces también sentía que tenía que irme de Buenos Aires. Te acordás de la foto y el cuento? Siempre me acusaste de que no me había gustado lo que escribiste, y siempre fue mentira, pero no me querías creer; yo te decía Uvasal, porque te decía que eras efervescente.
Recién colgué leyendo más, de otros días....ufff, no puedo dejar de leer....Nada, bebé, lo único que puedo decir es que te volvería a elegir
Y te volvería a elegir
Y te volvería a elegir
Y te volvería a elegir
Y te volvería a elegir*

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